*El proyecto planea 23 casas bioclimáticas, zonas de ocio y un restaurante sobre una antigua granja de visones en Chóvar
La propuesta de convertir una antigua granja de 3.000 cabezas de visones situada en Chóvar en un complejo de turismo rural tendrá que esperar. La Conselleria de Medio Ambiente ha emitido un informe desfavorable al proyecto Biotopia, que planea la edificación de 23 casas rurales bioclimáticas, un restaurante para 50 comensales y una zona para actividades medioambientales y de aventura que suman 5.427,54 metros cuadrados de superficie construida en pleno parque natural de la Serra d'Espadà.
Y este es el problema. Que el que se presenta como «proyecto sostenible» pretende multiplicar por 10 la superficie construida que ocupa la granja abandonada y «en realidad prevé levantar nuevas edificaciones en lugar de rehabilitar las ya existentes, algo que contradice al plan rector de uso y gestión de Espadà», explicaron fuentes del departamento autonómico de Medio Ambiente.
La Conselleria argumenta que el complejo turístico no se ajusta a la normativa de protección del parque natural por lo que ha emitido un informe negativo que impide seguir la tramitación del proyecto tal como está planteado, aseguraron las mismas fuentes. El PRUG de la Serra d'Espadà sólo autoriza «la instalación de establecimientos de alojamiento y restauración cuando se realicen mediante la rehabilitación o restauración de edificios preexistentes», pero la Conselleria señala que Biotopia va más allá de la rehabilitación ya que amplía la superficie construida y la volumetría, por lo que entiende que es una construcción de nueva planta.
En estos casos, la normativa ambiental que rige los usos del parque natural advierte de que las nuevas edificaciones «sólo se podrán autorizar en las zonas en que así lo permitan las normas particulares» y cumplir con los siguientes requisitos: «Que la superficie mínima de parcela sea de 10.000 metros cuadrados y que la ocupación máxima no supere el 2%, con una altura máxima de siete metros». «Y Biotopia lo incumple», dicen.
Una apreciación de la que discrepa la empresa Estratègies i Projectes Mediambientals, redactora del proyecto Biotopia. La memoria resumen, que se presentó en sociedad en la Vall d'Uixó en octubre, especifica que Biotopia se construiría en una parcela catalogada en el plan rector como Área de Protección Ecológica 1 (PE1), en la que se admite únicamente la rehabilitación o restauración de edificaciones existentes.
Según la empresa, el proyecto de bioturismo presentado no sólo encaja con esta limitación sino que «entre los usos permitidos en estas áreas estarían aquellas actuaciones destinadas a mejorar las condiciones naturales y paisajísticas de estos espacios, que en definitiva es el principal objetivo de Biotopia».
En este sentido, destacan que los principios en los que se apoya el proyecto turístico impulsado en Chóvar son «la conservación del capital natural transformando una antigua granja de visones en un complejo en el que se desarrollen fundamentalmente actividades de turismo rural y de educación ambiental». Además, aseguran que incrementarán la masa forestal existente, invertirán en energías renovables y aumentarán la eficiencia energética e hídrica.
Para ello, aseguran que sus 23 casas rurales -lo que denominan alojamiento de turismo rural en biohotel- se diseñarían para aprovechar al máximo el agua residual depurada y el agua de lluvia, con cubierta vegetal e integradas en el paisaje.
El biohotel se complementaría con la construcción de un restaurante (al que llaman Mesón de la Oliva), que sí que supondría «restaurar el antiguo edificio de obra existente en las parcelas para acondicionarlo de manera que pueda dar servicio durante todo el año a unos 50 comensales». Y, por último, se planea acondicionar unos espacios para actividades ambientales y de aventura (llamado Turobio).
A pesar de la etiqueta ecológica, Medio Ambiente frena el proyecto por vulnerar la legislación ambiental del parque natural.
La propuesta de convertir una antigua granja de 3.000 cabezas de visones situada en Chóvar en un complejo de turismo rural tendrá que esperar. La Conselleria de Medio Ambiente ha emitido un informe desfavorable al proyecto Biotopia, que planea la edificación de 23 casas rurales bioclimáticas, un restaurante para 50 comensales y una zona para actividades medioambientales y de aventura que suman 5.427,54 metros cuadrados de superficie construida en pleno parque natural de la Serra d'Espadà.
Y este es el problema. Que el que se presenta como «proyecto sostenible» pretende multiplicar por 10 la superficie construida que ocupa la granja abandonada y «en realidad prevé levantar nuevas edificaciones en lugar de rehabilitar las ya existentes, algo que contradice al plan rector de uso y gestión de Espadà», explicaron fuentes del departamento autonómico de Medio Ambiente.
La Conselleria argumenta que el complejo turístico no se ajusta a la normativa de protección del parque natural por lo que ha emitido un informe negativo que impide seguir la tramitación del proyecto tal como está planteado, aseguraron las mismas fuentes. El PRUG de la Serra d'Espadà sólo autoriza «la instalación de establecimientos de alojamiento y restauración cuando se realicen mediante la rehabilitación o restauración de edificios preexistentes», pero la Conselleria señala que Biotopia va más allá de la rehabilitación ya que amplía la superficie construida y la volumetría, por lo que entiende que es una construcción de nueva planta.
En estos casos, la normativa ambiental que rige los usos del parque natural advierte de que las nuevas edificaciones «sólo se podrán autorizar en las zonas en que así lo permitan las normas particulares» y cumplir con los siguientes requisitos: «Que la superficie mínima de parcela sea de 10.000 metros cuadrados y que la ocupación máxima no supere el 2%, con una altura máxima de siete metros». «Y Biotopia lo incumple», dicen.
Una apreciación de la que discrepa la empresa Estratègies i Projectes Mediambientals, redactora del proyecto Biotopia. La memoria resumen, que se presentó en sociedad en la Vall d'Uixó en octubre, especifica que Biotopia se construiría en una parcela catalogada en el plan rector como Área de Protección Ecológica 1 (PE1), en la que se admite únicamente la rehabilitación o restauración de edificaciones existentes.
Según la empresa, el proyecto de bioturismo presentado no sólo encaja con esta limitación sino que «entre los usos permitidos en estas áreas estarían aquellas actuaciones destinadas a mejorar las condiciones naturales y paisajísticas de estos espacios, que en definitiva es el principal objetivo de Biotopia».
En este sentido, destacan que los principios en los que se apoya el proyecto turístico impulsado en Chóvar son «la conservación del capital natural transformando una antigua granja de visones en un complejo en el que se desarrollen fundamentalmente actividades de turismo rural y de educación ambiental». Además, aseguran que incrementarán la masa forestal existente, invertirán en energías renovables y aumentarán la eficiencia energética e hídrica.
Para ello, aseguran que sus 23 casas rurales -lo que denominan alojamiento de turismo rural en biohotel- se diseñarían para aprovechar al máximo el agua residual depurada y el agua de lluvia, con cubierta vegetal e integradas en el paisaje.
El biohotel se complementaría con la construcción de un restaurante (al que llaman Mesón de la Oliva), que sí que supondría «restaurar el antiguo edificio de obra existente en las parcelas para acondicionarlo de manera que pueda dar servicio durante todo el año a unos 50 comensales». Y, por último, se planea acondicionar unos espacios para actividades ambientales y de aventura (llamado Turobio).
A pesar de la etiqueta ecológica, Medio Ambiente frena el proyecto por vulnerar la legislación ambiental del parque natural.